Abordo otra de mis crónicas informales sin vocación periodística para hablar de lo acontecido el viernes 4 de marzo en el Sound Rock Cafe, Zig Zag Murcia, ya que no puedo por menos que narrar lo que allí se vivió, ante los atropellos que padecen con demasiada frecuencia las bandas.

Se suponía que iba a ser el concierto presentación de “Rock Evolution”, el primer disco de una banda a la que ya conocemos ampliamente por sus conciertos en Murcia. Iba a ser, como digo, su concierto de presentación y venta del disco. Y en efecto, si hubiera habido disco, se habría vendido bastante, ya que el bar se llenó. Cuatro euros con consumición, en una banda tan querida en Murcia y con la expectación que suscitaba su primer larga duración, no eran para menos. Pero los discos no llegaron. Honestamente, no me enteré muy bien de qué pasó, ni era plan de remover el precario estado de ánimo de los músicos con explicaciones, el caso es que los discos no estaban. Momento pataleta: es injusto, no hay derecho a que se pisotee la ilusión y el trabajo de una banda, que además está poniendo pasta en ello.

Aparte del incidente, la banda no sólo se sobrepuso, sino que se vino arriba de forma increíble. Siempre es un grupo en cuyo directo sabes que te lo vas a pasar bien, que vas a vivir un buen rato. Pero personalmente, es el mejor concierto que les recuerdo. Se dejaron la piel sobre el escenario e hicieron arder al público, enalteciendo y consagrado las palabras “Heavy Metal”. Lo que allí se vivió fue una locura, con gente tirada por el suelo y micrófonos rotos, no digo más.

Sonido potente, desenfreno y unos músicos y cantante desgarrando energía al cien por cien. Johnny se lució con el despliegue de talento a que nos tiene acostumbrados; José Carlos Moreno es una apisonadora a la batería, y ese día no tuvo piedad; y Franco Troisi nos hizo alucinar con su técnica vocal, consagrada por unos agudos de partirse la camisa. Todo ello hilado por la maestría de Jorge al bajo. El resultado es que el público vibró y el bar se vino abajo, sin atisbo de contención ni de vergüenza, y en total comunión público-banda. Los temas del disco son auténticos bombazos, toda una dosis de buen Heavy Metal. A la pregunta de si lloré, pues claro que sí. Quedaremos a la espera de próximos conciertos, y por supuesto del disco.