Con casi 30º de un abrasante calor en Murcia, me disponía a embarcarme en un concierto de bandas nacionales, bastante reconocidas en el mundo y con gran curiosidad por saber quiénes serían los invitados de este cartelazo.

Como ocurrió recientemente en el concierto al que asistí de los MAREA, este sábado no habían demasiados fans apostados a la entrada del auditorio, cercana la hora de apertura de puertas; no obstante, tras poder entrar, conseguir hueco en primera fila y esperar unos minutos, el lugar se fue llenando cada vez más de gente, esperando a que la banda invitada se presentara en el escenario.3….

Cuando ya eramos como unas 500 almas, o incluso más, unos artistas con muy buen rollo y brutalidad, aparecieron en escena bajo el nombre de VIODARR, empezando la tocada con A rey puesto rey muerto cuyo riff inicial a medio tiempo que junto a contundentes golpes de batería, ya hizo que les prestásemos nuestra completa atención, a la vez que animaba a la gente que se había quedado esperando fuera a los dos cabezas del cartel, a que entrasen al recinto. 2 rasgadas voces aparecieron en escena, parecían como dos guitarras distorsionadas más, sonaban de miedo.

Más tarde, tras romper el hielo, arrancaron con Viva el descontrol, para darle más vida al ambiente, que ya empezó con una melodía bastante salvaje y unos solos dignos de admiración. Ragnarok fue el siguiente himno que nos brindaron. Tema cuyas letras vikingas y ritmos pesados, daban alusión al logo de la banda. 

Nos dijeron que ya era hora de partir, sin embargo la gente pedía a gritos un bis (normal, si es que para 3 canciones que pudieron tocar, ojalá más) Culminaron su paso por el auditorio con la canción que da nombre a su primer trabajo, Ira y violencia. Este tema presentaba un ritmo de batería galopante, con unos ritmos de guitarra bastante pegadizos y partes en las que el público pasaba a ser el protagonista en cuanto a la voz.

En general la actuación de VIODARR fue, en mi opinión, bastante impactante y con una calidad de composición brutal que no había visto en grupos de la región hasta el momento. Me quedé con muchas ganas de poder verles más tiempo en acción pero los disfruté como un enano.

1. A rey puesto rey muerto
2. Viva el descontrol
3. Ragnarok
4. Ira y violencia

Tras un breve descanso y cambio de equipo, dieron el salto a las tablas del escenario los veteranos hermanos de Castro, BARÓN ROJO, con una entrada triunfal instrumental con un gran espíritu rockero, dando paso a Larga vida al rock&roll, tema icónico de la banda, que supieron defender con maestría a pesar en la edad. Armando de Castro, armado con sus pitillos de cuero ajustados, plateados y sus saltos y energía en el plató que nos hizo sentir en los años 80. 

Conformaron un setlist de temas que nunca había visto en directo, como Al final perderán, Buenos Aires, El enemigo a abatir, entre otros, pero claro, en vista de la preparación de la gira de despedida, no podían faltar los clásicos de la banda. No tardaron en pasar por «Volúmen brutal» deleitándonos con Hermano del rock&roll, el público estaba emocionado; nosotros en primera fila estabamos locos, cantando todas y cada una de las canciones. Era el primer concierto de los aviadores al que he asistido en el que la voz de Carlos de Castro sonaba de lujo.

Tras sonar Cuerdas de acero o esa gran balada rockera que no hace falta ser nombrada, Armando se quedó solo en el escenario mientras demostraba que aún estaba en forma, con un solo de guitarra de 3 minutos que daba paso a Con botas sucias, otro de los temas emblemáticos de su primer disco, en el cual, en el interludio del tema, tocaron un trozo de Born to be wild, que lo cierto es, que si no supiera que esa canción tiene dueño, habría pensado que fuera de barón. Entramos al infierno a dar un paseo mientras sonaba de fondo un mix de temas de los barones como Desertores del rock, El presidente o Casi me mato, saludamos a los WHO con El rey del pimball, sin despedirnos antes de otras leyendas que andaban por allí con Concierto para ellos.

Sin duda alguna, una gran velada ochentera. El mejor concierto al que he tenido el placer de asistir hasta la fecha. Que acababa con los hermanos de Castro yéndose del escenario al paso que tocaban la melodía característica del tema Barón rojo y una neblina cubría el lugar para dar paso a la última banda del cartel.

1. Obertura
2. Larga vida al rock&roll
3. Al final perderán
4. El enemigo a abatir
5. Buenos Aires
6. ¿Qué puedo hacer?
7. Hermano del rock&roll
8. Cuerdas de acero
9. Hijos de Caín
10. Con botas sucias
11. Los rockeros van al infierno
12. Invulnerable
13. El rey del pimball
14. Concierto para ellos
15. Resistiré
16. Siempre estás allí

Se acercaba la recta final, los técnicos empezaron a remodelar el escenario colocando en primer lugar las tarimas con la batería de Rafa y los teclados de Santi y por ultimo las banderas del grupo…

Toda alma presente en aquel momento, expectante, con mil ganas de comenzar a gritar, cuando de repente, apagan luces y suena una obertura característica de la banda asturiana; una melodía sinfónica y épica con teclados, coros, etc, hasta que unos segundos después, aparecen de la nada Pablo, Roberto y Víctor, (este último, unos segundos después justo al comienzo de la parte lírica), al ritmo de Alma de conquistador, en seguida, sonaron temas como Nuevo mundo, Contra el viento, una de las mejores intros de la música metal en español lo tiene esta canción… Entraron al trapo de golpe a su ultimo trabajo de estudio «Donde el silencio se rompió», con Rebelde que comenzaba con un riff sutil acompañado tras un corte por un golpe de bombo, seguido de una potente melodía de teclados por parte de Santi, dándole bastante brillo al tema. En todos los conciertos de WARCRY, Siempre da gusto que suene este tema… El primero que escuché de ellos cuando los conocí y me atraparon en su red. Teníamos miedo de que el concierto acabara y Víctor lo olía… Por eso, para que olvidásemos ese sentimiento, nos quiso oír gritar y darnos voz en ese concierto.

Viajamos en el tiempo 11 años atrás, con Devorando el corazón, corte de aquel trabajo, «Revolución», el cuál defendieron con sangre y con valor y una habilidad musical sensacional y épica, con ayuda de unos juegos de luces, que crearon un espectáculo inolvidable. Volvieron a su último disco con uno de mis temas favoritos del mismo, en el cuál nos dieron a elegir entre Muerte o victoria, esa parte cerca del final del corte, donde Santi representa un baile sobre el teclado por sus dedos, a la vez que suena una marcha militar de redobles de tambor por parte de Rafa y parte coral de Víctor, a la vez que se van juntando a la acción Roberto y Pablo… Me enamora. Y no tardaron en hacerme llorar con Ardo por dentro y esa parte inicial lenta de piano para después dar un cañonazo metálico a fuerza de doble bombo.

Más tarde, nos brindaron «La canción del Heavy Metal», cuyo estribillo no puede ser más pegadizo… «Asi soy, yo soy heavy, eso soy. Nada ni nadie me hará cambiar; orgulloso de eso estoy», un himno del metal digno de ser tocado por esta banda…

Se metieron entre bastidores, a tomarse un pequeño descanso, mientras todos los fans cantaban a ritmo «Nada hay bajo el Sol que no tenga solución: nunca una noche venció a un amanecer», WARCRY, enamorados de su publico, salieron pronto para despedirse de sus fans…

¿Qué tendrán sus conciertos que los hacen tan épicos y que lleguen tanto a nuestro corazón?

1. Alma de conquistador
2. Nuevo mundo
3. Contra el viento
4. Rebelde
5. Siempre
6. Cielo e infierno
7. Cobarde
8. Huelo el miedo
9. Quiero oírte
10. Devorando el corazón
11. Muerte o victoria
12. Ardo por dentro
13. Capitán Lawrence
14. En un lugar sin Dios
15. Así soy
16. Tú mismo
17. Hoy gano yo