¿Que si mereció la pena cruzarse Madrid de punta a punta (una hora de transporte público a la ida, una hora y cuarto a la vuelta) para ver a ESCUELA DE ODIO en el barrio del Pilar (Starving Conciertos)? Muchos no lo entenderéis pero sí, absolutamente. Sobre todo si se convierte en tu mejor concierto en lo que va de año.Lo que esperaste de otras bandas con más nombre, merchan y sold outs, lo hicieron ellos.

Una banda así, con tal nobleza combativa, tenía que salir de Asturias; Comunidad tradicionalmente marcada por la dignidad obrera y por las sangrantes y costosas huelgas mineras.

Me da cada vez más rabia hablar de conciertos, dado que si te quieres echar a la espalda la magia de un bolo, haber ido. Pero sí me corre por las venas el mensaje de una banda que convierte las lágrimas por la bota pisada sobre nuestros cuellos, en rabia constructiva contra los poderosos, contra los opresores y contra los fascistas domésticos.

ESCUELA DE ODIO entroncaron anoche la tradición guerrillera asturiana, con la lucha antifascista madrileña por la que, para muchos, ha sido un deporte de riesgo (por ejemplo en el barrio en el que estaban) el mero hecho de pisar la calle. Todo ello tamizado con la nobleza de valores como familia no entendida como de lazos de sangre, honestidad, hermandad, lucha, resistencia, respeto y compañerismo entre bandas, que nacieron en el NYHC a modo de reacción, colectiva y callejera, de crecimiento ante un entorno hostil. Valores que se extendieron como la pólvora ya que la explotación, la desigualdad social y el desprecio de los poderosos, son universales.

Estos principios estaban no sólo en las bandas, sino en el público, en detalles de hermandad aparentemente insignificantes de respeto e incluso cariño entre todos. Lo puedo decir bien porque fui sola, y en ningún momento me sentí así.

Mención especial a LOS MONTAÑEROS DEL KENTUCKY, a los que he podido ver ya dos veces con la de anoche, y que se marcaron un señor bolazo; no me cabe duda que su recorrido es de los de larga distancia.

ESCUELA DE ODIO rugieron acerca de las guerras, la desigualdad, la injusticia social, o la difusión consciente por parte de las fuerzas del orden, de heroína en los años 80 para «matar», literalmente, a la juventud combativa que se estaba alzando contra el sistema; con emotiva mención especial incluida a Íñigo de Kortatu. Todo con un tratamiento, musical y de actitud, de patada en la boca y sin anestesia, de cojones, de vísceras abiertas en canal, de tripas, de echar el resto.

Personalmente, por el día que es (8 de marzo) y por circunstancias, me quedo con el momento en que sonó la canción del vídeo (he pillado un directo del Youtube, no estaba para grabar, haber ido). En estos tiempos en que está tan de moda hablar de las denuncias falsas, minimizar la violencia de género, ridiculizarnos a las feministas y tacharnos de histéricas, martillear hasta la extenuación con las mujeres maltratadoras (he borrado gente de Facebook por no mandarla al carajo por estas mierdas), se agradece que una banda coja un micro y diga cosas como ésta (más menos, no recuerdo las palabras exactas): «ante la modita de hablar de las denuncias falsas y de que el maltrato no tiene género, tenemos que decir, reviente quien reviente, que la realidad incontestable es que la mayoría de muertas son mujeres». Y la mayoría de los asesinos, hombres. Y que seguidamente el público, mayoría hombres, aplauda con fuerza, y entre esta canción («tu padre pegaba a tu madre, tú no seas como él»). Porque se puede ser tíos como castillos, y precisamente por eso sentir estos valores muy dentro. Porque eso es lo que no saben los paletos varios acerca de lo que es el Hardcore, no otra cosa que educación en valores, primigeniamente para que los chavales jóvenes no cayeran en la delincuencia; y ahora como estilo de vida. Y por eso no me arrepentiré jamás de que dejáramos el directo de OZZY el Download para ver a MADBALL.

A quien me diga que personalizo mucho en lo que escribo, a ver si va a ser (¡acabáramos!) porque lo escribo de forma personal.

En un día como hoy, especialmente gracias a ESCUELA DE ODIO por este momento , contra la demagogia y la estulticia en el tratamiento de la violencia de género.

Y gracias por todos los momentos.