“Siempre al filo del dolor”
Somos egoístas. No queremos curar a los artistas. No queremos desgajarlos de la negrura insondable de sus almas, de la insoportable tortura mental a que sus cruentos demonios internos les someten. No. Porque estaríamos negándonos el caldo de cultivo para nuestra propia salvación.