[reseña] STORM – Cyber Dream, 2019
Hubo una etapa dorada del Rock español más allá de las que conocemos; una época en la que la creatividad era un deporte de riesgo y en que no obstante, con artesanía, ingenio y sobre todo, mucho talento, se hacía encaje de bolillos para elaborar música burlando el rodillo apisonador de los ojos vigilantes de un sistema demasiado anquilosado para tolerar tanto esplendor; unos años que, pese a todo, dieron a luz algunas de las más geniales obras de la música española. Y unas obras finalmente sepultadas por la nebulosa oscurantista de esos años, en los que se forjó una de las mayores injusticias en la historia del Rock nacional: el olvido de tantas bandas geniales, el desconocimiento de su trabajo.